Ahora, ¿cómo funciona Nostr?
Nostr usa criptografía (claves públicas y privadas) para garantizar la autenticidad y privacidad de los mensajes. Estos no se guardan en un servidor central, sino en múltiples lugares a la vez. Cada vez que se publica algo, el mensaje se envía a varios “nodos” (que son como computadoras o servidores que participan en la red) y estos nodos ayudan a que el mensaje llegue a otras personas, sin que haya un control central.
El punto que, me parece, produce más reticencia en una parte del micro universo de las redes sociales “alternativas” es su vínculo y la rápida adopción que tiene con en el otro (cada vez menos) micro universo de las criptomonedas. Por el uso que hace de la criptografía y su interoperabilidad con Bitcoin y la Lightning Network, algunas aplicaciones de Nostr permiten que las personas hagan micropagos a través de Bitcoin para apoyar a creadores de contenido o usuaries, promoviendo y alentando la llamada economía basada en Bitcoin dentro de la red. Por eso se está volviendo en algo “popular” entre quienes usan Bitcoin, por su alineación con los principios de descentralización, autonomía y resistencia a la censura que también son parte fundamental, no solo de Bitcoin, sino también de muchas personas en la comunidad de criptomonedas.
Por último, pero no menos interesante, es su licencia. En realidad, su falta de ella.
Muchas personas conocemos y utilizamos software disponible bajo licencias libres o de código abierto. Estas licencias implican sujeción a ciertos términos y condiciones (como las “libertades” que impone la licencia GPL, o las más “flexibles” como la MIT, Apache, etc.) y que suelen permitir la modificación y distribución del código, pero que a su vez pueden restringir el uso comercial, la atribución, la distribución de cambios, o el acceso al código fuente.
Nostr es de dominio público, es decir, no hay ningún tipo de restricción que aplique sobre el protocolo. No hay ninguna obligación de cumplir con términos de licencia o siquiera de dar crédito a sus autores originales. El protocolo puede ser usado de cualquier manera sin restricciones legales adicionales, su código y sus ideas están disponibles para que cualquier persona los use, modifique, copie y distribuya libremente, sin restricciones legales de propiedad intelectual.
Nostr tiene, con independencia de nuestras percepciones personales sobre él, el potencial de representar un cambio de paradigma en el uso de las “redes sociales”. Tanto por sus aspectos positivos como por aquellos que podríamos catalogar como negativos.
Claro, suponiendo que en el futuro próximo cercano sigan existiendo las redes sociales como las conocemos, lo cual es, al menos desde mi perspectiva, cada día menos probable. Especialmente por el avance imparable del software basado en “Inteligencia Artificial” que amenaza con dejar obsoletas las interacciones escritas e incluso las pantallas de los móviles.
Veremos, dijo Stevie Wonder.
3/3